LA ACEPTACIÓN DE LA REALIDAD LA TRANSFORMA Y LA SUPERA
¡Hola a todos! ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas situaciones en tu vida parecen repetirse una y otra vez, sin importar cuánto intentes evitarlas? Hoy vamos a explorar una fascinante conexión entre dos grandes maestros separados por casi dos mil años. Imagina esto: Estás luchando contra un pensamiento, una emoción o una situación que te incomoda. Cuanto más te resistes, más parece perseguirte. Es como intentar hundir una pelota en el agua: cuanto más la empujas hacia abajo, con más fuerza sale a la superficie. Carl Jung, uno de los padres de la psicología moderna, lo expresó de manera brillante: "Lo que resistes, persiste; lo que traes a la luz te libera". Es fascinante cómo esta idea resuena con una enseñanza mucho más antigua de Jesús: "Al que te obligue a caminar mil pasos, camina dos mil". Pero, ¿qué tienen en común estas dos enseñanzas? La respuesta es transformadora: Ambas nos hablan del poder de la aceptación activa y la superación consciente. Cuando Jung nos habla de resistencia, se refiere a esos aspectos de nosotros mismos que preferimos ignorar: Nuestros miedos, inseguridades, traumas Es como tener un cuarto oscuro en nuestra mente donde guardamos todo lo que no queremos ver. Pero esas cosas no desaparecen solo porque cerremos la puerta. Al contrario, crecen en la oscuridad y encuentran formas de manifestarse en nuestra vida. La solución, según Jung, no es luchar contra estas sombras, sino encender la luz. Es decir, reconocerlas, aceptarlas como parte de quienes somos. Es un acto de valentía que nos libera del poder que tienen sobre nosotros. Ahora, pensemos en la enseñanza de Jesús. En su época, los soldados romanos podían por ley obligar a cualquier persona a cargar sus pertenencias durante mil pasos. Una situación claramente injusta y opresiva. Pero Jesús no sugiere resistirse ni quejarse. En cambio, propone algo revolucionario: Caminar voluntariamente otros mil pasos más. ¿Por qué? Porque al hacerlo, transformamos completamente la situación. Ya no somos víctimas obligadas, sino personas que eligen libremente. Es un acto de poder interior que desconcierta al opresor y rompe el ciclo de la violencia. En ambos casos, vemos el mismo principio en acción:
- La verdadera transformación no viene de la resistencia, sino de la aceptación consciente y la superación.
Es como el arte del aikido:
No resistimos el ataque del oponente, sino que aceptamos su energía y la redirigimos.
Piensa en esa situación que te está costando aceptar en tu vida.
¿Qué pasaría si, en lugar de resistirte, la aceptaras y buscaras una forma de superarla?
No hablamos de resignación pasiva, sino de una aceptación activa que nos permite ver nuevas posibilidades.
Cuando traemos a la luz lo que nos asusta, cuando elegimos caminar esa segunda milla, nos convertimos en protagonistas de nuestra historia.
Ya no somos víctimas de las circunstancias o de nuestros propios miedos. Somos creadores conscientes de nuestra realidad.
Esta sabiduría antigua y moderna nos invita a una forma más elevada de vivir.
No luchando contra lo que es, sino transformándolo desde la aceptación y la consciencia.
Si este mensaje te ha resonado, te invito a que lo compartas con otros que puedan beneficiarse de él.
Recuerda dar like y suscribirte para más contenido que nos ayude a crecer juntos. ¡Nos vemos en el próximo video!
No hay comentarios:
Publicar un comentario